Al mediodía, los abogados acusadores presentaron la demanda a los miembros del jurado para decidir la validez de esta. Uno de los jueces, delegado de la República de China, declaró la demanda como no válida. Ante esta declaración, la presidencia dio permiso a los miembros del jurado para realizar una votación, donde se decidió cómo se procederá.
Inmediatamente, por votación de mayoría simple, los jueces declararon la demanda como denegada alegando: falta de evidencia, carencia de la estructura de demanda y debilidad en los argumentos. Los jueces dieron recomendaciones a los abogados acusadores para que puedan realizar su demanda de mejor manera. También, se eligió como representante de los jueces a la delegada de la República de Uganda.